Por María Belmonte
Como para cualquier lector, las librerías siempre han jugado un papel importante en mi vida. Mi actual vagabundeo literario por ellas me ha permitido confirmar que además de un lugar en el que aprovisionarse de libros, las librerías son auténticos reductos de resistencia. Porque en las librerías las cosas van despacio. Por ellas nos movemos lenta y silenciosamente en busca de un libro, o de alguna revelación, en espera de que una obra desconocida nos salga al encuentro.
En el mes de junio de 2009 abrió la Biblioteca de Babel en el barrio antiguo de Palma. Si la biblioteca borgiana aspiraba a contener todas las ideas y todas las palabras, en la Babel de Palma, el mundo intelectual de las palabras y las ideas—apolíneo— convive con la experiencia sensual —dionisíaca—del vino. Porque quien se acerca a Babel, además de encontrar ese libro que busca, puede degustar allí mismo una copa de un vino del valle libanés de la Bekaá o un Boutari griego, cuyas viñas han sido cultivadas en Naoussa, Macedonia, no muy lejos de donde Aristóteles dio clases al joven Alejandro y que hubieran colmado de gozo a Horacio o a Omar Jayam, poetas ambos que elogiaron el vino en sus escritos.
He pasado muchos momentos agradables en aquella pequeña terraza de Babel, en la calle Arabí de Palma hablando sobre libros. El viejo mar no estaba lejos y mientras saboreábamos una copa de vino, puede que recordáramos el soneto de Borges:
“… En la noche del júbilo o en la jornada adversa
Exalta la alegría o mitiga el espanto
Y el ditirambo nuevo que este día le canto
Otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
Como si ésta fuera ya ceniza en la memoria”.
LA BIBLIOTECA DE BABEL
Carrer Arabí, 3
07003 Palma de Mallorca
T +34 971 721 442
babel@labibliotecadebabel.es
Horario
De lunes a sábado,
de 10:00 h. a 14:00 h. y de 17:00 a 21:00 h.
Domingos cerrado.